Humanismo cívico II
El humanismo cívico sólo luce utópico a quienes le endosan su libertad de pensamiento a las élites de tecnócratas
El humanismo cívico sólo luce utópico a quienes le endosan su libertad de pensamiento a las élites de tecnócratas
- Fernando Chumaceiro / Exalcalde de Maracaibo - - 29/06/2011 00:00 29
El humanismo cívico replantea la necesidad de considerar que la configuración de la vida social y política de las naciones es competencia de los ciudadanos y no el monopolio de la tecnoestructura, es decir, el Estado o el mercado. Este postulado tiene una marcada base ética, pues pone el énfasis del protagonismo en los ciudadanos y en la sociedad, arrebatándosela de las manos a las clases políticas, a los burócratas y a la "mano invisible" del mercado.
El riesgo de este postulado está en el mal uso que los ciudadanos hagan del ejercicio de su libertad, pero en todo caso, es un riesgo menor que el de poner en manos de unos "iluminados" o de un sector de la sociedad, sea civil, militar o "cívico-militar", el poder de pensar y decidir por los demás.
Como se ha dicho "la ética sabe los riesgos que asume, mientras que la técnica asume riesgos sin saberlo". El humanismo cívico sólo luce utópico a quienes le endosan su libertad de pensamiento a las élites de tecnócratas, renunciando al ejercicio pleno de su propia responsabilidad.
El enfoque del humanismo cívico es eminentemente ético. Desde esta perspectiva se enfocan temas esenciales a la filosofía política, como el de la democracia y ciudadanía, entre muchos otros.
Sólo en democracia pueden los individuos decidir razonablemente los caminos hacia el futuro, toda vez que los gobiernos se eligen para que administren el presente, pero nunca para que definan el futuro.
No está de más recordar que la democracia es el único régimen político en el que es posible llevar a la práctica el humanismo cívico, porque su base no es la técnica, sino la ética, aunque esta puede y debe servirse de aquellas en todo cuanto sea necesario para implementar los conceptos que defina. Es oportuno recordar que el humanismo cívico no es, ni puede ser considerado, una forma de pensamiento único, pues reconoce y admite la existencia del pluralismo ético, el cual es admitido en el juego de las ideas, dentro del espacio público, cuya mayor solidez viene dada por el hecho de abrirle la puerta a las ideas, por muy contradictorias que sean.
El humanismo cívico espera a los venezolanos en algún recodo de la historia inédita. Si el presente pertenece a la autocracia, el futuro es de la libertad.
El riesgo de este postulado está en el mal uso que los ciudadanos hagan del ejercicio de su libertad, pero en todo caso, es un riesgo menor que el de poner en manos de unos "iluminados" o de un sector de la sociedad, sea civil, militar o "cívico-militar", el poder de pensar y decidir por los demás.
Como se ha dicho "la ética sabe los riesgos que asume, mientras que la técnica asume riesgos sin saberlo". El humanismo cívico sólo luce utópico a quienes le endosan su libertad de pensamiento a las élites de tecnócratas, renunciando al ejercicio pleno de su propia responsabilidad.
El enfoque del humanismo cívico es eminentemente ético. Desde esta perspectiva se enfocan temas esenciales a la filosofía política, como el de la democracia y ciudadanía, entre muchos otros.
Sólo en democracia pueden los individuos decidir razonablemente los caminos hacia el futuro, toda vez que los gobiernos se eligen para que administren el presente, pero nunca para que definan el futuro.
No está de más recordar que la democracia es el único régimen político en el que es posible llevar a la práctica el humanismo cívico, porque su base no es la técnica, sino la ética, aunque esta puede y debe servirse de aquellas en todo cuanto sea necesario para implementar los conceptos que defina. Es oportuno recordar que el humanismo cívico no es, ni puede ser considerado, una forma de pensamiento único, pues reconoce y admite la existencia del pluralismo ético, el cual es admitido en el juego de las ideas, dentro del espacio público, cuya mayor solidez viene dada por el hecho de abrirle la puerta a las ideas, por muy contradictorias que sean.
El humanismo cívico espera a los venezolanos en algún recodo de la historia inédita. Si el presente pertenece a la autocracia, el futuro es de la libertad.
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