viernes, agosto 26, 2011

Socialismo o robotismo


1957b-sp
Erich Fromm
Socialismo o robotismo?
„Sociolismo o Robotismo?” was written for the Uruguayan Paper El Sol,
November 1957. The text follows the typoscript included in the Literary
Estate. - Copyright © 1957 by Erich Fromm; Copyright © 2004 by The
Literary Estate of Erich Fromm, c/o Rainer Funk, Ursrainer Ring 24, D-
72076 Tuebingen, Fax: +49-7071-600049, e-mail: frommfunk@aol.com.
El mundo está dividido hoy en dos campos y existe actualmente una diferencia
decisiva entre los dos sistemas. En el mundo occidental hay libertad para
manifestar ideas críticas acerca del régimen vigente. En el mundo soviéticos la
crítica y la manifestación de ideas disidentes están suprimidas por la fuerza
bruta. En consecuencia, el muerdo occidental lleva en sí la posibilidad de un
cambio pacífico y progresivo, mientras que en el mundo soviética esa posibilidad
casi no existe.
¿Pero cuáles son las perspectivas para el futura? En el desarrollo del
capitalismo y el comunísmo, tal como podemos preverlo en los próximos
cincuenta o cien años, continuará el proceso de automatización y enajenación.
Ambos regímenes se están convirtiendo en sociedades directoriales, con
poblaciones bien alimentadas bien vestidas, con sus deseos satisfechos y sin
más deseos que las que pueden satisfacerse; autómatas que obedecen sin
necesidad de recurrir a la fuerza, que sao guiados sin líderes que hacen
máquinas que funcionan como hombres y producen hombres que actúan como
máquinas; hombres cuya razón decae mientras su inteligencia aumenta, creando
así la peligrosa situación de equipar al hombre con una fuerza material inmensa,
sin la cordura necesaria para usarla.
Esta enajenación y automatización conducen a un desequilibrio mental cada
vez más acentuado. La vida no tiene sentido, no hay alegría, ni fe, ni realidad.
Todo el mundo ea „feliz“, salvo que no siente, ni razona, ni ama.
El problema del siglo XIX fas que Dios había muerto; el del siglo XX es que
ha muerto el hombre. En el siglo XIX inhumanidad significaba crueldad; en el
siglo XX significa {02} autoenajenación esquizoide. El peligro del pasado estaba
en que las hombres se convirtieran en esclavos. El peligro del futuro está en que
las hombres se conviertan en robots o autómatas. Cierto es que los autómatas
no se rebelan. Pero, dada la naturaleza del hombre, los robots no pueden vivir
permanecer cuerdos; se convierten en „Golems“, destruirán su mundo y a sí
mismos porque no pueden resistir el tedio de una vida sin sentido.
Nuestra única alternativa para el peligro del robotismo es el socialismo
humanista. El problema primordial no es el problema legal de la propiedad, ni el
de participar en las utilidades, sino el de compartir el trabajo y la experiencia.
Deben operarse cambios en la propiedad en la medida en que sean necesarios
para crear una comunidad de trabajo y para impedir que el móvil de la ganancia
oriente la producción en direcciones socialmente perjudiciales. Deben igualarse
los ingresos en la medida necesaria para dar o toda el mundo la base material
de una vida dignas evitando así que las diferencias económicas produzcan una
experiencia fundamentalmente distinta de la vida, en las diferentes clases
sociales. El hombre tiene que ser restablecido en su lugar supremo en la
sociedad, no siendo masca un medio, no siendo nunca una coas para ser usada
por los otros o por él mismo. Debe terminar el uso del hombre por el hombre, y la
economía tiene que convertirse en la servidora del desenvolvimiento del hombre.
El capital debe servir al trabajo, las cosas deben servir a la vida. En vez de la
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orientación explotadora y acumulativa, predominante en el siglo XIX, y de la
orientación receptiva y mercantil predominante en la actualidad, debe ser la
orientación productiva el fin al cual sirvan todos los dispositivos sociales.
No debe operarse ningún cambio por la fuerza, y debe ser simultáneo en las
esferas económica, política y cultural. Los cambios limitados a una esfera
destruyes todos los cambios. Así {03} como el hombre primitivo estaba inerme
ante las fuerzas naturales, el hombre moderno se halla inerme ante las fuerzas
sociales y económicas que él mismo ha creado. Adora las obras de sus propias
manos y se prosterna ante los nuevos ídolos, y, no obstante, jura por el nombre
de Dios, que le ordenó destruir todos los ídolos. El hombre puede protegerse a sí
mismo contra las consecuencias de su propia locura, únicamente creando una
sociedad sana adaptada a las necesidades del hombre, necesidades que están
arraigadas en las condiciones mismas de su existencia; una sociedad en la que
el hombre se relacione con el hombre amorosamente, en la que se sienta
enraizado en vínculos de fraternidad y solidaridad, más que en los lazos de la
sangre y el suelo; usa sociedad que le brinde la posibilidad de trascender la
naturaleza creando y no destrcuyendo, en que cada individuo adquiera el sentido
de si mismo, sintiéndose sujeto de sus capacidades, y no mediante la
conformidad; en la que exista un sistema de orientación y devoción, sin que el
hombre necesite deformar la realidad ni adorar ídolos.
Organizar esa sociedad significa dar un nuevo paso, significa el fin de la
historia „humanoide“, de esa etapa en que el hombre todavía no era plenamente
humano. No significa el „fin de los días”, la „terminación”, el estado de armonía
perfecta en que el hombre ya no encuentra conflictos ni problemas. Por el
contrario, el destino del hambre es que su existencia se vea acosada por
contradicciones que tiene que resolver sin llegar nunca a resolverlas. Cuando
haya superado el estado primitivo de los sacrificios humanos, sea en la forma
ritual de los aztecas o en la forma secular de la guerra, cuando haya podido
regular razonablemente sus relaciones con la naturaleza, en vez de regularlas a
ciegas, cuando las cosas se hayan convertido realmente en servidoras suyas y
no en sus ídolos, se encontrará ante los conflictos y pro blemas verdaderamente
humanos; necesitará ser arriesgado, valiente, {04} imaginativo, capaz de sufrir y
de gozar, pero sus potencias estarán al servicio de la vida y no al servicio de la
muerte. La nueva etapa de la historia humana, si efectivamente sobreviene, será
un nuevo principio, no un fin.
El hombre se encuentra hoy ante la más fundamental de las decisiones; no
tiene que decidir entre capitalismo y comunismo, sino entre robotismo (en sus
variedades capitalista y comunista) y socialismo humanista comunitario. La
mayoría de los hechos parecen indicar que se inclina por el robotismo, y eso
significa, a la larga, locura y destrucción; pero todos esos hechos no son
bastante fuertes para destruir la fe en la razón, la buena voluntad y la salud del
hombre. Mientras podamos pensar en otros alternativas, no estamos perdidos;
mientras padomos deliberar juntos y hacer planes juntos, podemos tener
esperanza. Pero, ciertamente, las sombras se entienden y las voces de la locura
son cada vez más poderosas. Estamos a punto de llegar a un estado de la
humanidad que corresponda a la concepción de nuestros grandes maestros;
pero estamos en peligro de destruir toda la civilización o de caer ea el robotismo.
Hace miles de años se le dijo a una pequeña tribu: „Puse ante ti la vida y la
muerte, la bendición y la maldición, y elegiste la vida.“ Esa es también nuestra
elección.
Copyright © 1957 by Erich Fromm
Copyright © 2004 by The Literary Estate of Erich Fromm
c/o Rainer Funk, Ursrainer Ring 24, D-72076 Tuebingen
Fax: +49-7071-600049, e-mail: frommfunk@aol.com.

miércoles, agosto 10, 2011

Nuestra palabra


De: Alvaro Jordan Medrano [mailto:ajordan@entelnet.bo]
Enviado el: lunes, 08 de agosto de 2011 22:42
Para: 'Comité pro Santa Cruz'
Asunto: Felicitaciones para el Dr. Bismarck Kreidler

Mis felicitaciones para el Dr. Bismarck Kreidler por el excelente artículo “Nuestra palabra”, publicado con motivo de la fiesta patria. Es un enfoque que nace desde adentro y no está pidiendo aprobación del verticalismo para asumir la defensa de los intereses de los llanos y valles amazónico-platense. La defensa de nuestros intereses sólo será efectiva cuando nosotros la impongamos  por encima de cualquier sectarismo. Quiero remarcar que del millón trescientos sesenta y tres mil kilómetros cuadrados de territorios perdidos por Bolivia sólo 120.000 Kms cuadrados correspondieron a territorios del collado. 1.200.000 kms cuadrados  fueron pérdidas del territorio amazónico platense, negociado por las oligarquías collas para su beneficio particular. Fue el régimen Liberal, el que se encumbró con la traición a la guerra federal, triunfante en 1899, el que negoció la venta de los territorios entregados a Brasil, Perú y Chile y sus resabios nos llevaron a la guerra con el Paraguay y la correspondiente pérdida del Chaco. Este dato muestra que las oligarquías altiplánicas han sido las vendepatria, a las que no les importó el achicamiento territorial a fin de llenar sus bolsillos con el dinero recibido, particularmente la oligarquía paceña fue la que se alió con el Perú para consolidar la traición al triunfo de la guerra federalista y con este chantaje, la asociación con el ejército peruano, logró el traslado de la sede gubernamental a La Paz, desde dónde se realizó en forma más expedita la entrega del comercio boliviano a los peruanos y chilenos, origen de las penurias de los pueblos de la llanura (cruceño, beniano, pandino, tarijeño y chuquizaqueño) por el cierre del mercado altiplánico a sus productos en la primera mitad del siglo pasado.
Atentamente
Álvaro Jordán

En las tierras del Libertador Grigotá,
estas cordialmente invitad@ a visitar


De: Comité pro Santa Cruz [mailto:jimiortiz@cotas.com.bo]
Enviado el: Lunes, 08 de Agosto de 2011 03:35 p.m.
Para: ajordan
Asunto: Editorial de programa radial: SANTA CRUZ EN MARCHA (sábado 6 de agosto de 2011)...

SANTA CRUZ EN MARCHA
 NUESTRA PALABRA: La fiesta patria.
(Bismarck Kreidler. Periodista).
El 6 de agosto de cada año se festeja el nacimiento de la República de Bolivia, recordando aquel 6 de agoto de 1825, cuando se fundó nuestra nación en Sucre con el nombre de Bolívar.
Han pasado 186 años y en el balance ha sido más lo negativo que lo positivo en este país en vías de desarrollo que nació con una salida soberana en el Océano Pacífico y ahora es un país enclaustrado, sin salida al mar.
Bolivia nació con una extensión territorial de 2.363.769 Kms. cuadrados, pero sus voraces vecinos la dejaron  con menos de la mitad: 1.098.581 Kms. cuadrados. Sin entrar en el detalle, pero a raíz de perder guerras o en negociaciones  desfavorables, Brasil nos cercenó 490.430 Kms. cuadrados, Perú 250.000, Paraguay 234.000, Argentina 170.758  y Chile 120.000 Kms. cuadrados, lo que hace un total de 1.265.188 Kms. cuadrados. Esa es la triste realidad de la pérdida de nuestro territorio nacional, desde la fundación de la República de Bolívar hasta la fecha.
Los grandes defensores de la patria y la integridad nacional no aparecieron en su momento. Enviaron a lo mejor de nuestra juventud de la época a combatir en una guerra injusta contra el Paraguay, en la que Bolivia perdió 50 mil hombres, contienda en la que Santa Cruz aportó con una figura militar de indiscutible valor como Germán Busch Becerra y este departamento se convirtió en el proveedor alimentario de nuestros combatientes nacionales.
Pero, eso no es todo. Los representantes de las provincias de Santa Cruz, llegaron tarde a Sucre, por las dificultades del transporte, pero igual se vieron obligados a firmar el acta de la independencia y Santa Cruz lo hizo más por obligación que por convicción, para dar nacimiento a la nueva república, que se fundó después de 15 años de lucha contra el dominio español.
La historia nos enseñó que Simón Bolívar y Antonio José de Sucre fueron las figuras que lucharon por la independencia, pero jamás llegaron hasta Santa Cruz para enfrentarse contra el ejército que representaba a la corona española.
Esa lucha la realizaron en estos trechos valientes hombres como Ignacio Warnes, el colorao José Manuel Mercado, Cañoto y otros que lograron configurar la republiqueta de Santa Cruz, antes de la fundación de Bolivia. Ellos fueron los genuinos luchadores  de esta región contra el dominio español.
Esa es la historia, como también la historia registra las negociaciones realizadas para ceder territorios, como el Tratado de Petrópolis, firmado en la ciudad brasileña del mismo nombre, entre Bolivia y Brasil, el 17 de noviembre de 1903, mediante el cual se delimitó la frontera entre Bolivia y Brasil en la región amazónica y cedimos todo el territorio del Acre a nuestro vecino, con una indemnización de 2 millones de libras esterlinas que la República de Bolivia acepta con el propósito de aplicarlas principalmente a la construcción de caminos de hierro u otras obras tendientes a mejorar las comunicaciones y desenvolver el comercio entre los dos países. Así  lo dice el Tratado de Petrópolis. Esas libras esterlinas fueron invertidas en la construcción del ferrocarril La Paz-Guaqui, por el entonces presidente José Manuel Pando Solares.
También durante la presidencia de Pando Solares se firmó el Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Bolivia, el 14 de noviembre de 1904. El artículo segundo señala: Por el presente tratado quedan reconocidos el dominio absoluto y perpetuo de Chile los territorios ocupados por éste en virtud del artículo V del pacto de tregua del 4 de abril de4 1884, además Chile se compromete a construir con sus propios recursos un ferrocarril entre Arica y El Alto de La Paz y entregará a Bolivia 350 mil libras esterlinas.
En muchas oportunidades se culpó a los cruceños de los males de este país y para estigmatizar al hombre de los llanos del Gran Cacique Grigotá siempre se le dijo separatista, antipatriota, regionalista y , últimamente, oligarca, terrorista y todo lo que sabemos.
No obstante, Bolivia, hoy Estado Plurinacional, cumple 186 años de vida y solo ha tenido tres presidentes cruceños.
El primero, en la época de la naciente república, José Miguel de Velasco, en cuatro gestiones cortas, que en total sumó 4 años y cuatro días, después el Tte Gral. Germán Busch Becerra con 2 años y 20 días de ejercicio  y, el último, el Gral Hugo Banzer Suárez en sus dos periodos con 10 años y 11 meses, es decir casi 17 años de los tres presidentes cruceños en los 168 años de vida que está cumpliendo Bolivia.
Esa es la expresión histórica del olvido y el desprecio del centralismo hacia Santa Cruz. Por eso, es poco lo que debemos  festejar los orientales  en este 6 de agosto.