Federalismo: un valor sagrado
Suiza es un Estado federal y estructurado según el modelo federalista. En este caso, el término federalismo significa que los cantones, en calidad de Estados miembros, disponen de una amplia autonomía.
Desde la creación de Suiza como Estado federal en 1848, el federalismo ha sido siempre uno de los principios básicos de la política estatal y se halla sólidamente anclado en la Constitución.
En Suiza es difícil compartir recuerdos escolares con personas que hayan crecido en un cantón diferente. En un lugar se hablará de 'gimnasio', en otro de 'liceo'. Varía el nombre de las titulaciones, la numeración de los años escolares y hasta la duración de las diferentes etapas de la escuela.
Suiza, Estado federal, cuenta con tantos sistemas escolares como cantones, es decir, 26. A pesar de que se lleva a cabo un constante esfuerzo de armonización, cada cantón se organiza a su voluntad. El sector escolar es sólo un ejemplo que muestra hasta qué punto los cantones (y también los ayuntamientos) gozan de un alto grado de autonomía.
También en el terreno político varían las denominaciones de las instituciones. Por ejemplo, lo que en el cantón de Berna se llama 'Regierunsrat' (gobierno) en Friburgo se denomina 'Staatsrat'.
Gran autonomía
El principio fundamental del federalismo consiste en que los cantones y los ayuntamientos deleguen al nivel superior – el Estado federal- sólo aquellas tareas que no puedan asumir ellos mismos. Por eso Suiza cuenta, por ejemplo, con 26 sistemas de procedimiento penal.
Sin embargo, los problemas originados por este sistema se han convertido, en estos últimos años, en uno de los temas políticos de mayor relevancia. Los adversarios del federalismo critican el "Kantönligeist", es decir, el espíritu de pequeño cantón. Por otro lado, los cantones velan celosamente por sus libertades y prerrogativas. El federalismo es un valor sagrado difícilmente atacable.
La antítesis del Estado central
La palabra federalismo viene del latín "foedus", que remite al concepto de alianza o contrato. Pero es un concepto sin definición fija y unívoca. Puede significar muchas cosas diferentes, como principio de organización del Estado, estilo de acción política o incluso programa político.
Sin embargo, en el lenguaje corriente el federalismo remite principalmente al principio de organización del Estado. Además de Suiza, en Europa hay otros países con constitución federal, como Alemania, Austria y Rusia. Otros son estados centralizados o unificados.
En este caso, los componentes territoriales del Estado son a menudo relegados al papel de meras circunscripciones administrativas, sujetas a las órdenes que emanan del poder central. En comparación con los miembros de un Estado federal, disponen de una autonomía mucho más limitada. Ejemplos europeos típicos de este género de organización son Francia, Italia y Suecia.
El resultado de una guerra civil
El federalismo, en cuanto que principio básico de organización política, se halla perfectamente reflejado en la Constitución suiza. El artículo 3 de la ley fundamental del Estado indica que "los cantones son soberanos mientras su soberanía no venga limitada por la Constitución federal y ejercen todos los derechos, salvo los delegados a la Confederación".
El término federalismo no figura, sin embargo, en ningún artículo de la Constitución. Desde un punto de vista histórico, el federalismo helvético es fruto de las tensiones entre los cantones más liberales, partidarios de una mayor centralización, y de los cantones católico-conservadores, que defendían la autonomía cantonal.
Aquellas tensiones culminaron con la guerra civil de 1847 (Sonderbund) y desembocaron un año después en la creación del Estado federal. La Constitución aprobada en 1848 consiguió equilibrar la voluntad centralizadora de unos y el empeño federalista de los otros. Ese equilibrio es el que garantiza la autonomía e independencia de los cantones.
Reparto de competencias
Pero en ningún caso debe considerarse el federalismo como algo inmutable. Aunque el principio básico permanezca intocable, el reparto de competencias entre Confederación y cantones es objeto permanente de debate. De este modo, las cuestiones relacionadas con el federalismo son un tema recurrente en la vida política suiza.
"Desde la revisión parcial de la Constitución federal en 1874 –escribe el historiador Christian Sonderegger en la publicación "Aktuelle Schweiz"- se observa una constante erosión de la soberanía cantonal". "Hoy –continua el autor- el federalismo se encuentra en peligro y los cantones se ven convertidos, cada vez con más frecuencia, en meros órganos de ejecución de las decisiones tomadas por la Confederación".
Otro tema de debate relacionado con el federalismo tiene que ver con los límites cantorales y la integridad territorial de los cantones. Hasta hoy los suizos se han manifestado siempre contrarios a cualquier tipo de fusión cantonal (la unificación de los cantones de Ginebra y Vaud fue claramente rechazada en votación popular).
Sin embargo, un nivel más bajo, a escala municipal las fusiones están a la orden del día. Queda aún por determinar si esas fusiones comportan obligatoriamente una pérdida de autonomía.
swissinfo
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