miércoles, febrero 24, 2010

La muerte de Orlando Zapata Tamayo

Ha muerto el prisionero político cubano Orlando Zapata Tamayo después de una huelga de hambre de más de dos meses. Le han dejado morir en un hospital después de golpizas, maltratos y torturas psicológicas. La radicalidad de la muerte. La indiferencia de todo el aparato político de la dictadura y de los gobiernos latinoamericanos legitimando al régimen en la última cumbre. Los créditos millonarios de Brasil sin exigir libertad y democracia. La indiferencia y la irresponsabilidad en la legitimación de una dictadura por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea, y especialmente del gobierno de España. Pasan los intereses económicos, los dineros, los negocios. La vida de un hombre no es importante, no interesa a nadie un hombre de pueblo diciendo y exigiendo lo que nadie quiere escuchar: libertad y respeto de los derechos universales. Mi pésame a su madre y a su familia. Que descanse en paz.

No es posible que ésto continúe y deben dejar de hacer las huelgas de hambre. Los secuestradores, los carceleros no sienten piedad, ni compasión con los prisioneros ni con sus familiares. Su consigna de propaganda  durante medio siglo ha sido: Patria o Muerte como resumen del dogma de la irracionalidad y el extremismo. La sociedad civil  encarcelada y secuestrada no debe dialogar con el sadismo desde posturas radicales. La vida es el único bien  frente a  la enajenación y la perversión del poder totalitario. La vida es la única verdad frente a la impunidad. La muerte de Orlando Zapata Tamayo quita la máscara una vez más, y muestra el verdadero rostro de la deshumanización del poder absoluto, la mezquindad de los Castros, «reinan» y están por encima de la vida de su pueblo, de las leyes, de todo orden humanista y de la razón.

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