El Movimiento Humanista
Extracto de la charla de Silo el 4 de enero de 1998 en el Estadio de Obras Sanitarias de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
• video: ¿Qué es hoy el MH? - 1998
..." ¿ Qué es hoy el Movimiento Humanista? ¿Acaso un refugio
frente a esta crisis general del sistema en que vivimos? ¿Será, tal
vez, una crítica sostenida a un mundo que se deshumaniza día a día?
¿Será un nuevo lenguaje y un nuevo paradigma, una nueva interpretación
del mundo y un nuevo paisaje? ¿Representará una corriente ideológica o
política; una nueva estética, una nueva escala de valores? ¿Consistirá
en una nueva espiritualidad, en una acción destinada a rescatar lo
subjetivo y lo diverso en la acción concreta? ¿El Movimiento será la
expresión de una lucha a favor de los desposeídos, de los abandonados y
los perseguidos, será la manifestación de los que sienten la
monstruosidad de que los seres humanos no tengan los mismos derechos ni
las mismas oportunidades?
El Movimiento es todo eso y mucho más. Es la expresión práctica
del ideal de Humanizar la Tierra y es la aspiración de dirigirse hacia
una Nación Humana Universal. Es el germen de una nueva cultura en esta
civilización que se hace planetaria y que tendrá que cambiar su rumbo,
admitiendo y valorando las diversidades y dando a todo ser humano, por
la dignidad que se merece, por el simple hecho de nacer, iguales
derechos e idénticas oportunidades.
El Movimiento Humanista es la manifestación externa de los
profundos cambios que se están operando en el interior del ser humano y
que son la historia misma: trágica, desconcertante, pero siempre en
crecimiento. Es una débil voz adelantada que anuncia los tiempos que
están más allá del ser humano que hemos conocido. Es una poesía y un
arco de colores diversos. Es un David frente a un insolente
Goliat. Es la suavidad del agua frente a la dureza de la roca. Es la
fuerza de lo débil: una paradoja y un Destino.
Amigos míos, aun cuando no logremos inmediatamente los
resultados que esperamos, esta semilla ya existe y espera la llegada de
los tiempos venideros.
Para todos, de corazón a corazón, el deseo fervoroso del cambio
social que se avecina y la esperanza del silencioso cambio que más allá
de toda compulsión, más allá de toda impaciencia, más allá de toda
aspiración violenta, más allá de toda culpa y de todo sentimiento de
fracaso, ya anida en la íntima profundidad de muchos humanistas ".
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