Lenguaje y poder 07/07/2012 publicado por José Aguilera Ovidio Roca
USO POLITICO DEL LENGUAJE La importancia del lenguaje y del discurso político, es reconocida por la teoría del “giro lingüístico” la cual nos explica que los discursos ideológicos no descubren la realidad, sino que la crean y que el lenguaje no es un mero medio entre el sujeto y la realidad, ni tampoco un vehículo transparente o elemento accesorio para reflejar las representaciones del pensamiento, sino que posee una entidad propia que impone sus límites, y determina en cierta manera, tanto al pensamiento como a la realidad. Por la experiencia conocemos, que todo proyecto de poder busca su consolidación con el manejo de la fuerza, el control de la economía y especialmente del uso recurrente del discurso y el lenguaje. George Orwell en su libro “1984” nos presenta la neolengua, creada en su obra tomando como modelo el lenguaje utilizado por la propaganda totalitaria nazi y soviética. La neolengua estaba destinada a dominar el pensamiento de los miembros del Partido, y hacer inviables otras formas de pensamiento del pueblo, contrarias a los principios del Ingsoc (Partido Socialista Ingles). “En dicho libro, el Ingsoc no es sólo el nombre del Partido que rige, sino su propia ideología. El Ingsoc es quien dirige con mano de hierro los destinos del Estado totalitario intercontinental de Oceanía, una de las tres porciones del mundo en la novela. El Ingsoc reafirma su poder eliminando toda prueba de cualquier realidad diferente a la suya, utilizando para ello la enorme capacidad logística del Ministerio de la Verdad, que se encarga de escribir, borrar y reescribir constantemente la historia según las cambiantes necesidades del Partido y la filosofía del doblepensar. El Ingsoc se caracteriza por canalizar toda la angustia y frustración del pueblo hacia un odio irracional contra el enemigo, y un amor equivalente al Gran Hermano, provocando así una ciega obediencia y la destrucción total de todo vínculo afectivo con cualquier otro ser que no sea el Gran Hermano”. (Wikipedia) En el país del Gran Hermano (Chávez, Evo?) se practica el bien pensar y se castiga el crimental (crimen de pensar diferente al régimen), confirmando la famosa frase de que “la realidad siempre supera a la ficción”. A su vez, nuestro amadísimo líder ha inventado y practica la neolengua plurinacional, el “evon”, pensando como siempre en sus hermanos y hermanas. Con su uso el vocabulario se reduce al mínimo y se eliminan todas esas engorrosas reglas y complicaciones gramaticales: de la concordancia de género y número, del uso de tiempos verbales y de los innecesarios pronombres y artículos, y nos permite usar un lenguaje expresivo, sintético y claro. La comunicación es directa y originaria, evita circunloquios y directamente inicia la comunicación con frases en infinitivo: Decirles que, comunicarles. El reduccionismo y simplicidad de esta neolengua, limita la abstracción y se vuelve asertivo, imperativo; trasmite y exalta las emociones primarias, nubla la inteligencia del oyente y es un excelente medio para señalar y denunciar al enemigo y ordenar acciones punitivas contra éstos. Con este nuevo lenguaje (similar al telegráfico de antes y hoy al twitter), podemos prescindir por innecesarios a los maestros de gramática, lenguaje e idiomas y nos ahorraremos esos (magros) sueldos. USO PROSAICO DEL LENGUAJE En otro contexto, pero siguiendo la tónica del manejo del lenguaje, algunos movimientos feministas buscan eliminar la discriminación sexista, exigiendo un uso “adecuado” del género gramatical. De esta manera “algunos y algunas”, piden decir y dicen: La Presidenta, la Concejala, la Ministra y ahí por delante. Y acatando esto diremos; que en el consultorio de la médica, la pacienta se impacienta. Continuando con esta tendencia y por equidad, especialmente esta época de consumo masivo del “cuarto de pollo”, consumo que según nuestro amadísimo líder causa una fuerte propensión hacia la homosexualidad, propongo utilizar un nuevo término que evite excluir a esta cada vez más extendida y alegre comunidad. Así hablaríamos de: El Presidente, la Presidenta y lo Presidenti; el Concejal, la Concejala y lo Consejali; el Ministro, la Ministra y lo Ministri y de esta manera seriamos mas incluyentes y menos machistas, así lo creo seriamente, seriamenta, serimenti. Hablar bien y fácil equivale a tener ideas claras. Santos Noco Choco.
Fuente: eju.tv - Lenguaje y poder
http://eju.tv/?p=219413
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